martes, 25 de septiembre de 2018

27 de septiembre 2018. 6pm. Proyección de "Pariente"

Sesión núm. 43


‘Pariente’, un western colombiano

La ópera prima del director santandereano Iván Gaona narra el mundo campesino desde un ángulo que se aleja de los dramas veredales, sacando a flote una trama de hombres desencantados por la realidad que les toca vivir.

Por RevistaArcadia.com 

 

Pariente habla sobre la cotidianidad de campesinos que debaten sus días entre la resignación amorosa, la sabiduría pueblerina y la traición filial. Transcurre en un mundo veredal de relatos trágicos que conducen a un punto de no retorno. Sin caer en los sentimentalismos, el director Iván Gaona produce una obra coral que a su vez es un compendio de homenajes: a la tierra natal, al cine western, a la música.
Mariana se prepara para su matrimonio con Réne, si bien su amor incondicional es el primo de este, Willington, camionero y dj. A medida que el músico procura recuperar su amor por medio de serenatas frustradas y su conocimiento melómano, el pueblo se convulsiona por la aparición de un ladrón de gallinas y una serie de asesinatos que recuerdan los tiempos violentos de la autodefensas.
Esta ópera prima sorprende por los riesgos tomados en la musicalización y construcción de los personajes. Por ejemplo, en la primera escena, que recuerda a películas como No Country for Old Men o a series del oeste norteamericano, un viejo en apariencia inofensivo le descarga el tambor de su pistola a un joven suplicante. Las luces de una camioneta alumbran la carretera, donde el cuerpo inerte es dejado a su suerte. No cabe duda que Pariente recoge ideas un poco trilladas del cine colombiano, pero destaca sobre otras películas por las cualidades de un guión original. Hombre frívolos repiten líneas de la cultura popular con notables momentos de reflexión:

- ¿De qué habla la música ranchera o la norteña?
- De traición.
- Exacto, de traición. De manes que los han traicionado, que se dedican a tomar trago para olvidar.
- Pero la música romántica también habla de traición.
- Eso es muy diferente. Los que gustan de la música ranchera están resignados con la traición, pero los que cantan música romántica están arrodillados, pidiendo que los perdonen. 


El director recurre a las virtudes del actor natural para recrear un ambiente auténtico. Los acentos duros, cantados, los modismos sociales que solo se aprenden por la repetición diaria o se heredan de los padres, conforman un universo puramente santandereano. Dos meses de preparación actoral a cargo de Gaona y la productora Diana Pérez Mejía fueron suficientes para que en 34 días de rodaje en Güepsa, Santander, se concretara una historia con un lenguaje narrativo pocas veces visto en el cine nacional.

La banda sonora, compuesta por Edson Velandia, se inspiró en dos líneas narrativas: “En Willington, quien además de ser volquetero es dj, amante de las baladas setenteras y ochenteras que siempre pone en su camión y en las fiestas donde lo contratan para poner la música. Esa es la primera línea, la del triángulo amoroso entre Willington, Mariana y René. La  segunda  es  la  que  tiene  que  ver  con la historia paramilitar y ese fantasma oscuro de fondo”. Una musicalización consecuente con escenas de suspenso, lentitud y sorpresivo repentismo de clásicos vaqueros.

Previo a su estreno en el BIFF, el largometraje se presentó en el Festival de Cine de Venecia y en el de Toronto.

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