martes, 7 de noviembre de 2017

Dos documentales de Ariel Arango y Entrelazando


http://entrelazando.com/ 
Sesión núm. 35

EZLN compARTE POR LA HUMANIDAD

MÉXICO 2016. 17MIN
Una producción Audiovisual de Entrelazando /(An Entrelazando audiovisual production)

Realización Audiovisual / (A film by): Ariel Arango Apoyo Logístico e investigación / (Logistical support and research): Laia Costa Gay. Gráfica / (Graphic Design): Nanu Kubler. Música /(Music): Guazú / Nicola Cruz / Tomash / Hombre de Barro. Traducción al Inglés / (English translation): Blossom Ah Ket 

Agradecimientos / (Acknowledgements): Amparo Prada / Anitze y Giacomo / CIDECI / EZLN
Estado de Chiapas, México, 2016.

en el sureste mexicano durante el festival de arte convocado por el ezln en el 2016 “comparte por la humanidad”, una lección de arte y solidaridad zapatista con los maestros de la cnte (coordinadora nacional de al educación) que durante más de tres meses se mantuvo en paro en contra de la reforma educativa


EZLN CompARTE por la Humanidad [TRAILER] from entrelazando on Vimeo.

RELATOS DE RESISTENCIA CONTRA EL OLVIDO 

Colombia 2016. 17min

EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES EN COLOMBIA,

“LOS FALSOS NO TAN POSITIVOS”

DIRECTORES DEL PROYECTO
Juanita Candelaria González
Artista y Politóloga con énfasis en resolución de conflictos y construcción de paz, Pontificia Universidad Javeriana.
Ariel Arango Prada
Productor y director de cine documental y fotógrafo profesional. Fundador de Entrelazando, proyecto artístico documental independiente en Latinoamérica.
DOCENTES: Candelaria González / Ariel Arango / Carolina Satizábal /// CREACIÓN COLECTIVA:Candelaria Gonzáles / Ariel Arango / Lucero Carmona / María Ubilerma Sanabria / María Dorís Tejada / James Sanabria / David González / Carolina Satizábal. /// PRODUCCIÓN: Juanita Candelaria González / Entrelazando /// EQUPAMIENTO TÉCNICO: Ariel Arango / Carolina Satizábal FOTOGRAFÍA Y CÁMARA: Ariel Arango / Candelaria González / Carolina Satizábal / Las luchadoras Amorosas / James Sanabria. /// ILUSTRACIÓN: Andrés Osuna /// MÚSICA: Daniel Arango Prada (Pi, Fluctuations, El pájaro Azul) / Candelaria González (Renacer) / Lucero Carmona (Mi gran amor) / Carlos Esteban Gómez (Canto de ordeño -Autor:Antonio Estévez) / Taller de Retazos (Padres) / Fréderic Chopin (Prelude in E-Minor(op.28 no.4) / Maria Sanabria (La democracia de Uribe, Adios son despedida) /// EDICIÓN Y MONTAJE: Ariel Arango /// AGRADECIMIENTOS: Centro de Memoria Paz y Reconciliación / Juan Nicolás Sánchez.

COLOMBIA, 2016.

RELATOS DE RESISTENCIA CONTRA EL OLVIDO (TRAILER) from entrelazando on Vimeo.

 

En septiembre del 2008, 12 madres recibieron los cadáveres de sus hijos que fueron presentados ante el país como guerrilleros dados de baja en combate. No eran los únicos casos y muchas madres nunca recibieron respuesta alguna sobre la desaparición de sus hijos. Desde el 2002 en Colombia se han reportado más de 6800 casos de ejecuciones extrajudiciales, crimen de lesa humanidad que se conoció como el caso de los “falsos positivos”, caso que al día de hoy se mantiene en la impunidad.
Estos jóvenes habían desaparecido en el primer semestre de ese año en los barrios periféricos de Bogota y meses después aparecieron muertos en el municipio de Ocaña en el Norte de Santander, departamento ubicado en el nororiente del país en los límites con Venezuela.
Sus familias se reusaron a creer que sus hijos eran guerrilleros y comenzaron a investigar con ayuda del personero del municipio de Soacha – periferia de Bogotá-  para esclarecer los hechos, ellos estaban seguros de que a sus hijos los habían ejecutado en un plan de sangre y fuego.
Soldados del ejército colombiano secuestraron y ejecutaron a civiles colombianos, muchos de estos eran jóvenes que vivían en los barrios periféricos de Bogotá, quienes a cambio de una oferta laboral aceptaron salir de sus casas, otros fueron llevados sin su consentimiento. Los militares que habrían combatido a estos supuestos guerrilleros recibieron recompensas monetarias, condecoraciones e incluso permisos vacacionales.
Este caso que lideraron las madres con sus denuncias por la desaparición de sus hijos, provocó la destitución de militares, entre ellas la salida del general Mario Montoya, comandante del ejercito. Algunos pocos casos han sido resueltos, la mayoría sigue en la total impunidad y muchas de estas madres siguen exigiendo los cuerpos de sus hijos.
Estos crímenes fueron cometidos dentro de una guerra infame que aún esta vigente, en un país donde existe una delgada línea que divide al criminal del héroe. Más crímenes del Estado y su fuerza armada.
Estas madres se reunían el último viernes de cada mes en la plaza de Soacha para exigir que no haya más impunidad, pues el noventa y cinco por ciento sigue sin sentencia y las investigaciones están dirigidas a militares de bajo rango. Hasta ahora hay 18 coroneles vinculados y dos condenados. Es decir, de 6.800 casos, muy pocos han podido salir de la justicia ordinaria y entrar a la justicia militar, donde se podría sancionar a los responsables.
 “Queremos saber quiénes organizaron y dieron plata, no solo quiénes halaron el gatillo”, dicen ellas. El proceso de lucha y resistencia no ha sido fácil: en su lucha han sido amenazadas, hostigadas y sometidas a vigilancia con el fin de silenciarlas.
Las madres de los “falsos positivos” resisten al tiempo y la inclemencia, por lo que ahora son conscientes que deben seguir luchando por la construcción de memoria colectiva y por la justicia en Colombia.
Ellas ahora participan en diferentes iniciativas dónde a través del arte y la formación en derechos humanos consolidan su herramienta de resistencia contra el olvido y la trasformación de una nueva sociedad.

RELATOS DE TRES MADRES QUE LUCHAN CONTRA EL OLVIDO Y EXIGEN JUSTICIA.


María Sanabria, madre de Jaime Steven Valencia Sanabria, es una de las víctimas de los jóvenes de Soacha asesinados en Ocaña. El seis de febrero del 2006 la brigada móvil 15 del Ejercito Nacional lo asesinó y lo hizo pasar como NN, una baja en combate con la guerrilla.
María buscó todo el día a su hijo, y no lo encontró. Al día siguiente hizo la denuncia en la policía de Soacha, pero como tenía diez y seis años, los oficiales le dijeron que seguramente se había ido con su novia. Sin apoyo y con otros ocho hijos, pasaron siete meses de angustia y desolación en espera cualquier respuesta. El 26 de septiembre se enteró por las noticias que los muchachos desaparecidos de Soacha estaban muertos en Ocaña a más de 700 kilómetros de esta capital. Su hijo estaba en una fosa común. “Me dijeron que había muerto en combate el 6 de febrero a las tres y media de la tarde, dos días después de su desaparición”.
Doris Tejada es madre de Oscar Morales Tejada, uno de sus seis hijos, quien fue asesinado el 16 de enero deL 2008 en el municipio del Copey, departamento del Cesar, está enterrado en una fosa común y después de nueve años de incansable búsqueda, aún no ha recuperados sus restos.
Lucero Carmona, madre de Leonardo Triana Carmona, ha soñado con su hijo muerto los últimos años de su vida. Él fue asesinado el quince de agosto del 2007, en la vereda Monteloro, del municipio de Barbosa, Antioquia. Su hijo desapareció un año antes, estuvo en su búsqueda y pudo recuperar sus restos. El caso de Lucero aún permanece impune ante la justicia.
Esta tres madres han participado en obras de teatro, procesos de reconciliación y reparación con otras víctimas por medio de expresiones artísticas, conversatorios y foros sobre desaparición forzada, convirtiéndose así, en un actor político.

RELATOS DE RESISTENCIA CONTRA EL OLVIDO, UNA CREACIÓN COLECTIVA

Es una pieza audiovisual de 16 minutos, resultado de un año y medio de talleres artísticos y formación en artes audiovisuales dirigido a estas tres madres y a algunos de sus hijos. La creación colectiva giró en torno a los sueños que estas madres habían tenido en el momento del asesinato de sus hijos y su representación a partir de las herramientas ofrecidas en el taller.
Durante el proceso se evaluaba si estas iniciativas de reparación simbólica  contribuyen a mejorar el estado emocional de las madres de los jóvenes desaparecidos, y si esta iniciativa permitía la construcción de un espacio de empoderamiento, diálogo y fortalecimiento de derechos, dignidad y reconciliación.
En este proceso de reparación simbólica participaron diversos artistas de la sociedad civil que a través de la enseñanza de distintas disciplinas fortalecieron la construcción de estos relatos de resistencia contra el olvido.
La sociedad civil con su prolongado silencio es también responsable de las consecuencias de esta barbarie y no debe dejar en manos ajenas la responsabilidad moral de atender a los que han sufrido la violencia estructural de la guerra en Colombiana. El compromiso es el perdón, la verdad y la unidad.
Texto: Juanita Gonzalez / Ariel Arango

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