El departamento del CAUCA ubicado en el corazón del macizo colombiano (RegiónAndina), afronta una situación de orden público en estado de emergencia. En dicho territorio se agrupan las principales problemáticas que padece el resto del país. Entre ellas: conflicto armado, narcotráfico, desplazamiento forzado, producción de biocombustible, megaminería, lucha por el territorio, la autonomía y la conservación de los pueblos originarios. La lucha del movimiento indígena del CAUCA es un referente de resistencia a lo largo de la historia de Colombia y del continente.
NASA SIGNIFICA HUMANO, es un proyecto fotográfico y audiovisual desarrollado principalmente en el Norte del Cauca y Bogotá D.C. Está compuesto por distintos momentos de la lucha del movimiento indígena ante el proceso de “Liberación de la Madre Tierra” en el 2015, la defensa por la autonomía del ejercicio pleno de la jurisdicción especial indígena y la movilización social, como también de diversas manifestaciones de la cosmovisión del pueblo Nasa.
Desde 1492, la resistencia indígena en el continente americano se ha convertido en un instrumento de preservación y lucha por la defensa de su territorio, de su pensamiento ancestral, formas propias de gobierno, su cosmovisión y cultura propia. La resistencia del pueblo Nasa frente a todas estas formas de sometimiento se inicia en el año 1535, uniendo voluntades con los demás pueblos para resistir de forma material y espiritual.
Desde entonces, la resistencia indígena en el continente americano se ha convertido en un instrumento de preservación y lucha por nuestra existencia como pueblos, acudiendo al pensamiento ancestral para consolidar formas propias de gobierno, fundadas en la cosmovisión y cultura propia.
Las comunidades indígenas Nasa que habitan la zona norte del departamento del Cauca, ascienden a 110 mil habitantes que habitan los territorios en los que se conserva producción de recursos hídricos, que es utilizada por los ingenios azucareros de la zona, sin una redistribución de los recursos que recompense la conservación y posibilite formas de vida digna para las comunidades.
Las
tierras que se están liberando son tierras indígenas
ancestrales que
luego de largas y permanentes luchas durante la conquista y la
colonia, los pueblos indígenas, en particular, el pueblo Nasa, logró
defenderlas y en el Siglo XVIII finalmente se volvieron resguardos
reconocidos por títulos y documentos legales. Estas mismas tierras
fueron usurpadas en la república como haciendas de gamonales y luego
por el agronegocio en manos de unas pocas familias y de intereses
transnacionales, como monocultivos de caña de azúcar. El pueblo
Nasa, al igual que afro-colombianos, fue despojado con toda clase de
artimañas y violencias de estos territorios.
En
1971 empiezan las recuperaciones,
como se llamaban entonces, recogiendo y rescatando el legado de
Manuel Quintín Lame, un líder indígena Nasa cuya lucha abre el
camino por el rescate de los territorios y de la dignidad. A partir
de 1971, con el nacimiento del Consejo Regional Indígena del Cauca
(CRIC) en Toribío, se recuperan 120.000 hectáreas de tierras que
vuelven a sus legítimos dueños como resguardos. Desde entonces se
viene insistiendo y luchando por el “Saneamiento” de estos
resguardos, incluido el reconocimiento legal de estas tierras
comunitarias colectivas y el respeto por estos territorios y sus
pueblos. Esta primera etapa se fundamenta en un principio esencial:
“indio sin tierra es indio muerto”. Se trata entonces de
conseguir Tierra
para la Gente.
A
partir de la década
de los 80 y
una vez se vienen consolidando los resguardos en territorios
recuperados, se prosigue con “Gente
para la Tierra”,
con énfasis en consolidar autonomía y formación de los pueblos y
procesos en los territorios recuperados. Se destaca allí el
liderazgo del sacerdote Nasa Álvaro Ulcué Chocué, quien fuera
asesinado.
A
raíz de la masacre el 16 de diciembre de 1991, en la finca El Nilo,
ubicada en el Resguardo de Huellas Caloto, en la que fueron
masacrados 20 indígenas entre adultos, jóvenes y niños, y la
decisión adoptada la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos de ordenar al Estado Colombiano reconocer su
responsabilidad y a modo de reparación, la entrega de 15.663
hectáreas de tierra plana durante tres años, siendo
adjudicadas en 14 años el 50%, situación que conllevo a que el 16
de diciembre de diciembre de 2014, la comunidad indígena Nasa
decidió recuperar las tierras que les fueron arrebatadas, en
las fincas Miraflores, García Arriba, García Abajo, la
Caucana, El Cultivo, Quebrada Seca, Granadita y la Emperatriz.
Se
ocupa por primera vez tierra de una multinacional. INCAUCA, una
transnacional de Carlos
Ardila Lülle,
uno de los hombres más ricos del país y miembro desde Colombia de
élites transnacionales. INCAUCA es un emporio que incluye ingenios
productores de derivados del azúcar de la caña -etanol-,
articulados a empresas diversas que incluyen medios comerciales de
comunicación dominantes (RCN), fábricas de bebidas gaseosas y
muchas otras.
Actualmente
las comunidades indígenas del norte del Cauca continúan con
el proceso de Liberación de la Madre Tierra pese a las
constantes amenazas a sus líderes, comuneros asesinados por manos
del Estado y cientos de heridos resultado de las arremetidas por
parte de la fuerza pública.
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